The Marvels, la última película del universo cinematográfico de Marvel, ha tenido el peor estreno de todas las películas de la saga con una recaudación en el primer fin de semana en la taquilla estadounidense de cuarenta y siete millones de dólares. Esos números las sitúan por debajo de las películas peor valoradas del UCM como El increíble Hulk o Ant-Man y La Avispa: Quantunmania.
Para entender lo desastroso del estreno,a basta con saber que una película mediocre como Capitana Marvel se estrenó en 2019 y tuvo una recaudación total de 153 millones de dólares en Estados Unidos. Hoy ya nadie se acuerda de aquella película salvo por quienes la colocan en el podio de las películas que ejemplifican perfectamente aquello del get woke, go broke.
Con esos números coma la película queda por debajo del objetivo de ochenta millones de dólares que se ha marcado la productora y ahora los ejecutivos de Disney se conformarían con llegar a los sesenta y cinco millones de dólares para salvar los muebles pero ya no esperan que remonte ni que vaya a ser un éxito.
Aunque es posible que la huelga de actores haya influido en este pinchazo porque las actrices protagonistas no podían participar en actos promocionales, en la plataforma Rotten Tomatoes, The Marvels está clasificada como una película mediocre con una puntuación entre los aficionados del sesenta y dos por ciento, sólo por encima de Ant-Man y la avispa: Quantunmania y Eternals.
A mí me parece que esta película fracasa por dos razones fáciles de entender.
Por un lado el público está harto de que la retórica feminista y la inclusividad (artista blanca, negra y latina) tenga que impregnar las historias y que lo que podría ser una buena película se tenga necesariamente que convertir en un manifiesto político a costa del espectáculo. Uno no paga una entrada para que te suelten un discurso feminista y mucho menos si va contra los hombres, que son cuatro quintas partes del público que va a ver películas de superhéroes.
Y en segundo lugar, está la saturación de superhéroes que todo el fenómeno Marvel ha acabado provocando en los espectadores. Yo soy de la opinión de que los ejecutivos de Marvel deberían sentarse un rato y aceptar que fueron protagonistas de un ciclo de películas excepcional que empezó con Iron Man y terminó con Los Vengadores: Endgame. Esas películas han marcado época y son algo de lo que nos acordaremos dentro de bastantes años y contaremos a los nietos «yo fui al cine al estreno de Endgame«. Las más de veinte películas del UCM que han salido después, han obtenido resultados mediocres o directamente malos porque, en mi opinión, están tratando de estirar el chicle más de lo que deberían. La aparición de todo tipo de multiversos, poderes mágicos, personajes renacidos y malos sacados de cómics de serie b, no añaden nada a aquella historia tan impresionante que era el UCM hasta la victoria sobre Thanos.
Y aunque me imagino que si has le ha llegado leyendo hasta aquí ya tendrás clara la respuesta, si me preguntas si he ido o pienso ir a verla, la respuesta es un no como una casa.