Aprovechando que está ahora en Netflix el otro día me vi la película Assassin’s Creed y me llevé una sorpresa porque no la conocía en absoluto pero resulta que buena parte de la trama se desenvuelve entre Madrid y Granada y que en la ciudad andaluza donde yo vivo se desarrolla la mayor parte de la acción.
Para ponerte en situación, la historia va de una lucha a través de los siglos entre la orden religioso-militar de los Templarios y la hermandad llamada El Credo de los Asesinos en la que ambos bandos buscan controlar una esfera metálica en la cual se encuentra la explicación del pecado original y a partir de la cual los templarios pretenden dominar el mundo mediante la eliminación del libre albedrío; por su parte El Credo de los Asesinos intenta evitarlo para que siga existiendo libertad en la Tierra. La parte histórica de esta película ocurre durante la guerra de Granada y por allí aparecen los Reyes Católicos, Torquemada y un rey moro llamado Mohamed.
Todo empezó siendo un vídeojuego
El universo de «Assassin’s Creed» se extiende más allá de la pantalla grande, arraigado profundamente en una de las sagas de videojuegos más influyentes de los últimos tiempos. Esta franquicia, creada por Ubisoft en 2007, introdujo un concepto revolucionario en el mundo de los videojuegos. Ubicado en un fondo históricamente rico, el primer juego presentó a los jugadores a Altaïr Ibn-La’Ahad, un asesino en medio de las cruzadas del siglo XII. Lo que diferenciaba a «Assassin’s Creed» de otros juegos era su habilidad para fusionar hechos históricos con una narrativa ficticia envolvente. A medida que la serie progresaba, cada entrega exploraba una nueva época y personaje, desde la Italia renacentista con Ezio Auditore hasta la Revolución Americana con Connor Kenway.
Con cada nuevo lanzamiento, la saga expandió su universo, manteniendo un equilibrio entre la esencia del juego original y las constantes innovaciones. Los juegos evolucionaron de ser principalmente títulos de acción-aventura y sigilo a incorporar elementos de RPG, lo que permitió una mayor personalización y profundidad en la experiencia de juego.
«Assassin’s Creed» no solo destacó por su narrativa y ambientación histórica, sino también por sus innovaciones técnicas y de diseño. Uno de los elementos más emblemáticos es el «parkour» en entornos urbanos, permitiendo a los jugadores navegar libremente por los vastos mapas del juego con una fluidez y realismo sin precedentes. Esta mecánica no solo definió la identidad de la saga, sino que también influenció a muchos otros juegos en el género de aventuras.
Otro aspecto significativo es el uso de la «Animus», una máquina que permite a los personajes modernos acceder a los recuerdos genéticos de sus ancestros. Este concepto no solo fue crucial para la narrativa, sino que también ofreció una explicación creativa para elementos comunes del juego, como los menús y los mapas.
El compromiso de Ubisoft con la autenticidad histórica y la atención al detalle en la recreación de ciudades y períodos históricos también es digno de mención. Cada juego es el resultado de extensas investigaciones, trabajando en colaboración con historiadores para asegurar que los mundos que los jugadores exploran sean tan precisos como fascinantes.
La relación entre los juegos y la película
La transición de «Assassin’s Creed» del mundo de los videojuegos al cine fue un paso ambicioso. La película, estrenada en 2016, buscó capturar la esencia de la saga, integrando elementos clave de los juegos en su narrativa y estética. Protagonizada por Michael Fassbender, el film presenta una historia que, aunque única, es fiel al universo de los juegos.
Uno de los mayores desafíos fue adaptar la compleja narrativa y la rica mitología del juego a un formato cinematográfico. La película optó por introducir un nuevo personaje, Callum Lynch, quien, al igual que los protagonistas de los juegos, descubre su linaje de asesinos a través del Animus. Esta decisión permitió a la película mantenerse fiel a la estructura narrativa de los juegos, a la vez que ofrecía algo nuevo y emocionante para los fans y los recién llegados por igual.
Visualmente, la película hizo un esfuerzo notable para replicar el estilo distintivo de los juegos, desde el diseño de vestuario hasta las secuencias de acción y el parkour. Las escenas ambientadas en el pasado, particularmente en la España del siglo XV, recuerdan vívidamente las ambientaciones de los juegos, llenas de detalles históricos y una arquitectura impresionante.
Sin embargo, adaptar una saga de videojuegos a la pantalla grande siempre conlleva sus desafíos. Mientras que los juegos ofrecen una experiencia inmersiva que puede extenderse por decenas de horas, una película tiene una duración limitada para contar su historia. Esto significa que ciertos aspectos y profundidades de los juegos inevitablemente se pierden o se condensan.
Granada, el escenario
La adaptación cinematográfica de «Assassin’s Creed» es un proyecto que capturó la imaginación de muchos, no solo por su prometedora adaptación de la famosa saga de videojuegos, sino también por su elección de localizaciones. En particular, Granada, conocida por su rica historia y arquitectura, se convirtió en un escenario clave durante la producción de la película.
La decisión de filmar en Granada no fue casual. La producción buscaba un lugar que no solo proporcionara un telón de fondo auténtico para la historia ambientada en la España del siglo XV, sino que también reflejara la estética y atmósfera de los juegos. Granada, con su mezcla única de influencias moriscas y cristianas, y sitios emblemáticos como la Alhambra, ofrecía un paisaje histórico y visualmente impresionante.
Durante la preproducción, el equipo realizó una extensa investigación sobre la ciudad. Esto incluyó estudios sobre su historia, arquitectura y cultura para garantizar que la representación en la película fuera lo más precisa y respetuosa posible. Además, se realizaron tareas logísticas importantes, como obtener los permisos necesarios para filmar en localizaciones históricas y coordinar con las autoridades locales para minimizar las interrupciones en la ciudad. Me imagino que tratar con la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento de Granada y todo el que pudiera molestar para el rodaje, sería una tortura para los productores porque si ya te maltratan para darte una licencia de obras de una cocina, no quiero ni pensar en los pobres abogados de la productora sudando tinta para que el concejal de turno les firmara el permiso.
Desafíos logísticos
El rodaje en Granada presentó varios desafíos únicos. Primero, estaba la necesidad de respetar y preservar los sitios históricos. Por ejemplo, en la Alhambra, se tomaron precauciones especiales para asegurar que el rodaje no dañara de ninguna manera el patrimonio. Esto significó limitaciones en términos de iluminación, equipamiento y número de personas en el set.
Otro desafío importante fue la logística de filmar en una ciudad viva y bulliciosa. El equipo tuvo que coordinar estrechamente con las autoridades locales para planificar las rutas de tráfico y asegurar que el impacto en los residentes y turistas fuera mínimo. Esto incluyó filmar en horas específicas y asegurar que el equipo y el elenco se movieran eficientemente de una locación a otra.
La complejidad de las escenas de acción también presentó desafíos únicos. Las secuencias de parkour y las escenas de combate requerían una planificación detallada y ensayos exhaustivos para garantizar la seguridad de todos los involucrados, al tiempo que se capturaba la esencia de la franquicia de videojuegos.
Influencia de Granada en la película
Lo primero que hay que tener en cuenta es que estamos hablando de una película de Hollywood y son los guionistas americanos y sus técnicos los que deciden dónde y cómo se rueda. Es verdad que desde el equipo de producción se contactó con asesores históricos locales y que incluso se llegó a contratar a artesanos granadinos para que elaborasen parte del atrezzo de la película pero Granada queda bastante desdibujada y apenas se puede reconocer el patio de los leones de la Alhambra. Los hechos que relata la película transcurren antes de la toma de Granada por los Reyes Católicos y por aquellos entonces solo existía la arquitectura de inspiración musulmana y por supuesto ninguno de los edificios cristianos que se ven en la película. Si a eso se le suma el uso y abuso de los planos oscuros que hace el director, la ciudad podría haber sido perfectamente cualquier otra ciudad Europea.
En este fotograma que te pongo a continuación no es que se vean elementos de arquitectura cristiana sino que directamente lo que se ve son barandas de hierro forjado y ventanas con cristales absolutamente contemporáneos. A un espectador americano o asiático o del norte de Europa, todo eso le parecerá perfectamente granadino y de tiempos históricos inciertos pero a los nativos nos chirría un poco que no se haya aprovechado la luz de Granada para convertir a la ciudad en un personaje más de la película. Granada tiene potencial para eso y para mucho más y esta película lo desperdicia porque, entre otras cosas, ni siquiera se ruedan en Granada muchas de las escenas que supuestamente ocurren aquí; en este post tan interesante tienes muchas de las localizaciones donde se rodaron las escenas de esta película.
Por supuesto no voy a perder ni un minuto en desmontar el punto de vista negrolegendario de la Inquisición y de los Reyes Católicos que se hace la película porque hay que entender que esto es una película hecha en el mundo anglosajón y que los españoles del Renacimiento éramos los enemigos a batir por ingleses y holandeses, que ahora se están vengando con todas estas películas.
Los actores
La película «Assassin’s Creed» no solo destaca por su fidelidad a la saga de videojuegos, sino también por el elenco de actores que dieron vida a los personajes icónicos de esta narrativa. La elección y la actuación de estos actores fueron cruciales para traer al mundo del cine la compleja y rica historia de la franquicia de videojuegos.
Michael Fassbender: su doble rol y preparación para el personaje
En el corazón de la película está Michael Fassbender, quien asumió el desafiante doble papel de Callum Lynch y su ancestro, Aguilar de Nerja. Esta dualidad es central en la saga «Assassin’s Creed», donde los personajes modernos exploran los recuerdos de sus ancestros a través de la máquina Animus. Fassbender, conocido por su versatilidad y profundidad como actor, se sumergió en estos roles con una dedicación que iba más allá de la actuación.
Para prepararse para el papel, Fassbender se sumergió en el mundo de «Assassin’s Creed», jugando los videojuegos y estudiando sus narrativas y estilos. Además, se sometió a un riguroso entrenamiento físico para realizar las exigentes secuencias de acción y parkour, elementos distintivos de la franquicia. Su compromiso con el personaje se extendió a la investigación sobre la historia de España del siglo XV, lo que le ayudó a dar una representación más auténtica y matizada de Aguilar aunque a este último la verdad es que se le ve bien poco y solo en algunas escenas con su hermandad y en las escenas de acción, lógicamente, pero no se puede decir que sea un personaje especialmente desarrollado por el director.
Marion Cotillard y otros actores secundarios
Marion Cotillard, interpretando a Sophia Rikkin, aporta poco a la película. Como científica e hija del CEO de la empresa Abstergo Industries, Cotillard entregó una actuación que equilibraba la frialdad científica con un subyacente conflicto moral pero cayendo más bien del lado de la frialdad y sin crear ninguna tensión con el protagonista.
Los actores secundarios también tuvieron roles significativos en enriquecer el universo de «Assassin’s Creed». Jeremy Irons, como Alan Rikkin, ofreció una presencia autoritaria y manipuladora, encarnando perfectamente al líder de Abstergo. Ariane Labed, como Maria, una compañera asesina de Aguilar, mostró habilidades de combate impresionantes y una fuerte química con Fassbender, lo que aportó a la profundidad emocional y la acción de la película aunque, vuelvo a insistir, el uso y abuso por parte del director de los planos oscuros y las sombras, y hace que muchos detalles de la interpretación pasen desapercibidos.
La película se esfuerza por mantenerse fiel a la estética y la atmósfera de los videojuegos, especialmente en la representación de los asesinos y su entorno. Los trajes, la lucha y las secuencias de parkour están cuidadosamente coreografiadas para reflejar el estilo y la acción de los juegos. Sin embargo, también se toman ciertas libertades narrativas para adaptar la historia a un formato cinematográfico, lo cual es una decisión necesaria y comprensible dada la diferencia entre los medios.
El argumento: el dilema sobre la fidelidad a los videojuegos
El argumento de la película gira en torno a Callum Lynch, interpretado por Michael Fassbender, quien descubre que es descendiente de una misteriosa sociedad secreta, El Credo de los Asesinos, y acumula habilidades y conocimientos para enfrentar a la opresiva y poderosa organización de los Templarios en la actualidad. Esta premisa se alinea con la de los videojuegos, donde los jugadores exploran las memorias de sus ancestros asesinos para combatir a los Templarios.
Sin embargo, la película toma ciertas libertades narrativas. Mientras que los juegos se centran más en las experiencias de los asesinos en diferentes períodos históricos, la película dedica una cantidad considerable de tiempo al presente, explorando la historia de Callum y su transformación. Esta desviación fue necesaria para establecer una conexión emocional con el personaje principal y adaptar la extensa narrativa de los juegos a un formato cinematográfico más condensado.
Elementos narrativos clave: ea Animus, la hermandad de El Credo de los Asesinos y los Templarios
El Animus, una pieza central tanto en los juegos como en la película, se utiliza para explorar las memorias genéticas de los ancestros de Callum. Consiste en una máquina que supuestamente recupera recuerdos grabados en el ADN en tiempos pasados y los transmite a las personas en la actualidad, con lo cual cualquiera puede meterse en la piel y vivir las aventuras y conocer los secretos que un antepasado suyo supo hace varios siglos. La representación del Animus en la película es una versión más dinámica y físicamente activa que en los juegos, probablemente para ofrecer un espectáculo visual más atractivo y, posiblemente, para no hacer un aparato demasiado parecido al de las películas de Matrix.
La Hermandad de los Asesinos y los Templarios son retratados con fidelidad a los juegos. Los Asesinos, con su credo y habilidades en el arte del sigilo y el combate, y los Templarios, con su sed de poder y control, se presentan como fuerzas opuestas en una lucha eterna. Estos elementos son fundamentales para mantener la conexión con la saga de videojuegos y proporcionar un trasfondo histórico rico y complejo.
La mezcla de la historia y la ciencia ficción en la trama
Uno de los aspectos más fascinantes de «Assassin’s Creed» es cómo fusiona la historia con la ciencia ficción. La película lleva a los espectadores a la España del siglo XV durante la conquista de Granada, un período históricamente rico que proporciona un telón de fondo espectacular para las aventuras de Aguilar, el ancestro de Callum. Este viaje histórico, facilitado por la tecnología ficticia del Animus, podría haber ofrecido una mezcla única de realismo y fantasía.
La inclusión de elementos históricos auténticos, como la figura de Tomás de Torquemada, hubiera podido ofrecer realismo y profundidad a la narrativa aunque si se conoce un poco la historia de España esa interpretación de la Inquisición es absolutamente ridícula y responde a la leyenda negra que ingleses y holandeses siempre han propagado sobre la historia de España hasta el punto de que son muchos españoles los que se la han acabado tragando. Al mismo tiempo, el concepto de la Animus y la idea de explorar los recuerdos genéticos añaden un giro de ciencia ficción que eleva la historia más allá de una simple aventura histórica.
La dualidad de la historia y la ciencia ficción también sirve para explorar temas más profundos, como la naturaleza del libre albedrío, la lucha entre el control y la libertad, y la búsqueda de la identidad personal a través de la historia. Estos temas son recurrentes en los videojuegos y se abordan en la película, aunque de una manera más simplificada debido a las limitaciones de tiempo.
¿Pero la película es buena?
La respuesta corta es… psché; la larga te la doy a continuación.
Ambientada en la fascinante Andalucía de 1492, el film prometía una rica mezcla de historia y ficción. Sin embargo, a pesar de su fidelidad a los elementos clave de la saga, como las vastas localizaciones históricas y las intrigantes conspiraciones, la película no logró cautivar ni a los fans de la saga ni a los aficionados al cine de acción y aventuras.
La película, aunque no es una debacle, falla en capturar la esencia de lo que hace atractivos a los juegos de «Assassin’s Creed». La producción se inclinó más hacia las características de las superproducciones de Hollywood, perdiendo así la perspectiva única de la franquicia de videojuegos. Esta falta de captación de la esencia del juego se refleja en la dificultad para conectar con el público general, quedando como una adición menos destacada dentro de la saga.
El film sufre de una narrativa y un estilo de dirección que resultan en una experiencia confusa y predecible. A pesar de contar con secuencias de acción y ubicaciones espectaculares, la película lucha por generar emoción e inmersión en sus tramas, tanto en la ambientación histórica de 1492 como en los laboratorios de Abstergo en 2016. El uso excesivo de humo, sombras y espacios oscuros por parte del director, Justin Kurzel, contribuye a una visión cinematográfica que restó impacto a las escenas de acción y diálogo.
En cuanto a los personajes, la película padece de un tratamiento superficial de Aguilar de Nerja, quien se presenta más como una extensión del personaje de Callum que como un protagonista atractivo por sí mismo. Esta falta de desarrollo del personaje principal debilita uno de los aspectos más atractivos de la franquicia: la aventura y la acción en contextos históricos porque la película también se enfoca demasiado en los eventos del presente, descuidando la riqueza del período histórico y del personaje de Aguilar de Nerja, lo cual pudo haber sido una decisión orientada a establecer una base para futuras secuelas que nunca se materializaron.
Siendo suave, las incursiones en la época de los Reyes Católicos se utilizan más como un pretexto para escenas de acción específicas en lugar de profundizar en el contexto histórico, desperdiciando así una oportunidad de explotar el rico trasfondo de la Andalucía de 1492 pero para quienes somos españoles o directamente granadinos, esta representación de Isabel la Católica con la cara tatuada como una mala malísima de película, no hay por donde cogerla.
En resumen, la película se puede calificar de entretenida pero no demasiado. Para quienes no conocemos la saga, la historia es un poco confusa y el aspecto visual de la película, demasiado lleno de tomas oscuras, no ayuda visualmente a hacer una película atractiva. Supongo que los fans de la saga de videojuegos sí que habrán disfrutado al ver la película aunque seguro que tienen alguna pega por estos nuevos personajes o algún aspecto técnico que solo ellos conocen. Para el gran público fue una película que no atrajo grandes masas a las taquillas y la prueba está en que ya tiene siete años de antigüedad y todavía, pese a tratarse de una producción bastante costosa hasta para los estándares de Hollywood, no ha tenido la correspondiente secuela o secuelas que todos nos podríamos esperar viendo cómo ha sido la fructífera saga de videojuegos en la que está basada.