Vilarxubín
Según la mitología local, los trasnos son unos duendecillos que viven en las casas gallegas y que disfrutan haciendo trastadas. A ellos se les echa la culpa cada vez que se derrama algo en la cocina o cada vez que alguien se deja abierta una puerta por la que se escapa algún animal. Dice la leyenda que estas criaturas mitológicas solo saben contar hasta diez y que por eso la mejor manera de tenerlas entretenidas para que no hagan más trastadas es dejar en algún rincón de la casa un cuenco con un puñado de semillas para que las cuenten porque, daba sus limitaciones matemáticas, se van a pasar mucho tiempo en esa tarea, atascados en el número diez y volviendo a empezar a contarlas.
Estos trasnos tienen la forma de duendecillos y puedes ver el de Vilarxubín en la imagen que encabeza este artículo y junto a él los visitantes, mayormente senderistas, suelen hacerse una foto porque, según la mitología creada al efecto, da suerte tocar una de estas figuras.