El ramen, ese caldo embriagador y complejo de la gastronomía japonesa, ha conquistado paladares a nivel mundial, y España no es la excepción. Su origen, aunque disputado entre China y Japón, se consolidó como un pilar de la cocina nipona tras la Segunda Guerra Mundial. Este plato, inicialmente considerado comida rápida para trabajadores, ha evolucionado hasta convertirse en una expresión culinaria de arte y dedicación.
Ingredientes imprescindibles y habituales
La base del ramen es su caldo, que puede ser de miso (soja fermentada), shoyu (salsa de soja), tonkotsu (huesos de cerdo) o shio (sal). Este caldo se acompaña de fideos de trigo específicos para ramen, que deben tener la textura y el grosor adecuados para armonizar con el líquido. Los ingredientes que no pueden faltar son el chashu (cerdo asado o braseado), el narutomaki (pasta de pescado), el menma (brotes de bambú fermentados), la cebolleta, el huevo marinado (ajitsuke tamago) y el alga nori. Cada uno aporta texturas y sabores que enriquecen el conjunto.
Preparación y variedades
La preparación del ramen es casi un ritual. El caldo, elemento central, debe cocerse a fuego lento durante horas para extraer todo el sabor de sus ingredientes. Los fideos, por su parte, se cuecen aparte y se enjuagan para evitar que el almidón espese el caldo. Al servir, el montaje es crucial: los fideos primero, seguidos del caldo caliente y luego los toppings distribuidos con esmero.
Entre las variedades más populares en los restaurantes destacan el ramen de miso, favorito en regiones frías por su intensidad; el shoyu, con un delicado equilibrio umami; el tonkotsu, de caldo cremoso y rico en colágeno; y el shio, la versión más antigua, que resalta la pureza de sus sabores.
Cómo disfrutar del ramen
Disfrutar de un bol de ramen es sumergirse en una experiencia que activa todos los sentidos. Se recomienda empezar probando el caldo solo, para apreciar su complejidad. Luego, se avanza a los fideos, cogiéndolos con los palillos y sumergiéndolos en el caldo antes de llevarlos a la boca. Los toppings se van degustando a lo largo de la comida, combinándolos en cada bocado para disfrutar de la variedad de texturas y sabores. Y sí, sorber los fideos no solo está aceptado, sino que se considera señal de que realmente se está disfrutando del plato.
Variedades de ramen
El ramen ofrece una diversidad que refleja la riqueza cultural y gastronómica de Japón. Más allá de ser un simple plato de fideos en caldo, el ramen se presenta en una sorprendente variedad de estilos, cada uno con su propia identidad, vinculada a regiones específicas y preferencias locales.
Cada variedad de ramen ofrece una ventana a la cultura y las tradiciones japonesas, invitando a los comensales a explorar la profundidad y diversidad de este plato emblemático. Ya sea por su rica historia, su complejidad de sabores o su capacidad para confortar y satisfacer, el ramen ocupa un lugar especial en el corazón de la gastronomía japonesa y en las mesas de aficionados de todo el mundo.
Ramen Shoyu
El ramen Shoyu, con su caldo a base de soja, es quizás la versión más conocida y accesible. Originario de Tokio, esta variedad se caracteriza por su caldo transparente y marrón, que combina el sabor umami de la salsa de soja con caldos de pollo, verduras o incluso pescado. Los fideos suelen ser medianamente curvos y de grosor medio, y el plato se completa con toppings como chashu (lonchas de cerdo), menma (brotes de bambú fermentados), huevo marinado y cebollín.
Ramen Tonkotsu
El Tonkotsu ramen, originario de Fukuoka en la isla de Kyushu, se distingue por su caldo lechoso y opaco, resultado de horas de hervir huesos de cerdo hasta que se descomponen completamente. Esta técnica libera la médula y la grasa, creando un caldo rico y cremoso que es a la vez potente y reconfortante. Servido con fideos delgados y rectos, el Tonkotsu ramen se acompaña típicamente de chashu, brotes de bambú, cebollín y a veces huevo marinado.
Ramen Miso
El Miso ramen es una especialidad de Hokkaido, particularmente de la ciudad de Sapporo. Este plato utiliza pasta de miso como base de su caldo, lo que le confiere un sabor robusto y terroso, ideal para los fríos inviernos del norte de Japón. A menudo se sirve con fideos gruesos que retienen bien el caldo espeso, y se completa con ingredientes como maíz, brotes de soja, chashu, mantequilla y a veces mariscos, reflejando la abundancia de ingredientes locales.
Ramen Shio
El Shio ramen, conocido por su caldo claro y salado, es otra variedad popular que ofrece una experiencia de sabor más sutil y refinada. La base del caldo puede ser de pollo, pescado o verduras, con sal como el principal condimento. Este tipo de ramen se adorna con frecuencia con verduras de hoja verde, algas, chashu y huevo marinado, y es famoso por su capacidad para resaltar los sabores naturales de sus ingredientes.
Ramen Tsukemen
Aunque no es un ramen en el sentido tradicional, el Tsukemen merece una mención especial. En esta variante, los fideos se sirven fríos y separados del caldo, que se ofrece como una salsa concentrada para mojar. Después de sumergir, los fideos se disfrutan con su cobertura mejorada de sabores intensos. El Tsukemen ha ganado popularidad por su enfoque interactivo y la experiencia de comer distinta que ofrece.
La evolución del ramen
Además de estas variedades clásicas, el ramen continúa evolucionando, con nuevas interpretaciones y fusiones que aparecen constantemente. Desde versiones vegetarianas hasta innovaciones locales en diferentes países, el ramen demuestra ser un plato versátil que se adapta a los gustos cambiantes sin perder su esencia.
Su popularidad en España
El auge del ramen en España puede atribuirse a varios factores. La globalización y el creciente interés por la cultura japonesa han jugado un papel fundamental, pero también lo ha hecho la versatilidad del ramen. Este plato se adapta a todos los gustos y estaciones, ofreciendo opciones para paladares en busca de sabores intensos o suaves. Además, la experiencia de comer ramen, que combina tradición, sabor y estética, resuena con el creciente aprecio por las experiencias culinarias auténticas y cuidadas.
La principal atracción del ramen precocinado es, sin duda, su conveniencia. En un mundo donde el tiempo es un recurso valioso, la posibilidad de disfrutar de un plato sabroso y reconfortante en cuestión de minutos es altamente apreciada. Los españoles, conocidos por su amor a la buena comida pero también por sus apretadas agendas, han encontrado en el ramen precocinado una solución práctica para las comidas rápidas sin renunciar al sabor.
La variedad de ramen precocinado disponible en el mercado español ha crecido exponencialmente. Desde opciones que emulan el clásico ramen de miso hasta innovadoras versiones con sabores que fusionan ingredientes locales, hay opciones para todos los gustos. Esta diversidad ha hecho que el ramen precocinado sea accesible no solo en supermercados asiáticos especializados, sino también en cadenas de supermercados convencionales, lo que ha contribuido significativamente a su popularización.
Un puente cultural
El interés creciente en la cultura japonesa, impulsado por el anime, el manga y la literatura, ha llevado a una mayor curiosidad por su gastronomía. El ramen precocinado, en este sentido, actúa como un puente cultural, ofreciendo una primera aproximación a los sabores japoneses. Aunque pueda distar del ramen servido en los restaurantes especializados, proporciona una experiencia accesible para aquellos que desean explorar la cocina japonesa desde la comodidad de su hogar.
Otro factor que contribuye a la popularidad del ramen precocinado es la capacidad de personalización. Aunque viene listo para calentar y servir, los comensales pueden añadirle ingredientes frescos como verduras, carnes o un huevo, transformando el plato en una comida más completa y nutritiva. Esta flexibilidad ha resonado bien con el público español, que valora tanto la autenticidad como la posibilidad de adaptar los platos a sus propios gustos.
¿Por qué el ramen se ha hecho tan popular en tan poco tiempo?
La popularidad del ramen precocinado en España refleja tendencias más amplias en la sociedad: la búsqueda de comodidad sin comprometer el sabor, el interés en explorar culturas a través de la gastronomía y la necesidad de opciones de comida rápida pero saludables. A medida que este plato continúa integrándose en la dieta española, es probable que veamos una evolución en la oferta, con más énfasis en la calidad y la autenticidad, acercando aún más el ramen precocinado a su inspiración tradicional japonesa.
En conclusión, el ramen precocinado no es solo un reflejo de la globalización de la gastronomía, sino también un testimonio de cómo los platos pueden adaptarse y encontrar un nuevo significado lejos de su origen. Para muchos en España, se ha convertido en un elemento básico, una forma rápida y deliciosa de viajar a Japón sin salir de casa.