Desayuno en Tiffany’s
Aunque de primeras pudiese parecer que estamos ante una clásica película de besos, chico encuentra chica, la película en realidad es bastante más compleja porque no hay que olvidar que se basa en un libro de Truman Capote y ese hombre cuando escribía tiraba con bala. De hecho además de las adaptaciones habituales que se hacen en Hollywood con los libros al pasarlos a la gran pantalla, en este caso se cambió el final y se incluye un monólogo de George Peppard para intentar cuadrarlo todo y que la película no resultase la crítica descarnada de la nueva sociedad americana estadounidense que estaba naciendo en los años 60. Menos mal que a Truman Capote no le tocó vivir estos tiempos que corren porque de aquellos polvos tenemos hoy estos lodos y los problemas que aparecen en la película se han multiplicado por cien en la sociedad actual.