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martes, 19 noviembre 2024
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Paris – Montmartre – El cabaret Moulin Rouge

Paris - Montmartre - Le mur dans je t'aime
El Moulin Rouge es, sin lugar a dudas, uno de los símbolos más emblemáticos de París y uno de los cabarets más famosos del mundo. Ubicado en el corazón del distrito 18, a los pies de Montmartre, este icónico teatro de variedades ha sido testigo de más de un siglo de historia, espectáculo, y sobre todo, de la evolución del entretenimiento nocturno en la capital francesa. Con su llamativo molino de viento rojo coronando su fachada, el Moulin Rouge ha mantenido su relevancia a lo largo de los años, atrayendo a millones de visitantes y manteniendo viva la esencia del cabaret y la extravagancia que lo caracteriza.

Los orígenes del Moulin Rouge

El Moulin Rouge fue fundado en 1889 por Joseph Oller y Charles Zidler, dos empresarios visionarios que entendieron perfectamente lo que París, y especialmente la población que frecuentaba los alrededores de Montmartre, necesitaba en ese momento: un espacio donde los espectáculos fueran algo más que simples representaciones teatrales. Querían ofrecer un lugar de entretenimiento que fusionara la música, el baile, el humor y el burlesque de una manera que desafiara las normas sociales de la época.

Oller y Zidler no solo construyeron un cabaret, sino que idearon un concepto completamente novedoso. El cabaret fue concebido para ser un "palacio del placer" accesible para todos, un espacio donde la alta sociedad parisina pudiera mezclarse con artistas, bohemios y la clase trabajadora en un ambiente de libertad y desenfreno. Desde el principio, el Moulin Rouge adoptó un enfoque descaradamente moderno, desafiando las convenciones morales de la época y convirtiéndose rápidamente en un lugar donde se podían explorar nuevos horizontes artísticos y sociales.

El edificio fue diseñado con una estética muy particular, destacando por el enorme molino de viento rojo en su fachada. Esta referencia al molino que una vez existió en Montmartre antes de la expansión urbana añade un toque pintoresco y folclórico que sigue siendo uno de sus rasgos más distintivos. Este molino, aunque simbólico, es en gran parte lo que hizo que el cabaret fuera inmediatamente reconocible desde su apertura. El nombre “Moulin Rouge” es ya sinónimo de exuberancia, sensualidad y el auténtico espíritu del entretenimiento nocturno parisino.

El Cancán: El alma del espectáculo

Uno de los aspectos más famosos del Moulin Rouge es, sin duda, el cancán francés, un estilo de danza que ha quedado irremediablemente vinculado al cabaret desde sus primeros días. El cancán, con sus movimientos enérgicos, sus patadas altas y su carácter provocador, se originó en los barrios obreros de París, pero encontró su hogar permanente en el Moulin Rouge. Este baile, que rompía con los cánones de la danza clásica por su naturaleza desenfadada y a menudo satírica, simbolizaba el espíritu de rebeldía y liberación que impregnaba el ambiente del cabaret.

El espectáculo de cancán del Moulin Rouge es célebre no solo por su vibrante coreografía, sino también por la espectacularidad de los trajes. Las bailarinas lucen enormes faldas de colores vivos, llenas de volantes, que se levantan al ritmo de la música para revelar los pantalones cortos que llevan debajo, lo que en su época era considerado escandaloso. Este juego de provocación y desenfado hizo del cancán una forma de entretenimiento revolucionaria, que rápidamente atrajo a grandes multitudes.

A lo largo de los años, el cancán ha evolucionado, pero el Moulin Rouge ha sabido mantener viva su esencia, adaptándolo a los tiempos modernos sin perder el toque atrevido y travieso que lo hizo famoso. Hoy en día, las actuaciones de cancán en el Moulin Rouge siguen siendo uno de los puntos álgidos de los espectáculos, una combinación de energía desbordante, técnica y ese toque de seducción que siempre ha caracterizado al cabaret. El cancán es más que un baile; es una representación del espíritu vibrante y hedonista que define al Moulin Rouge.

Los grandes artistas del Moulin Rouge

A lo largo de su historia, el Moulin Rouge ha sido un punto de encuentro para algunos de los artistas más importantes del mundo. La Belle Époque, una época dorada de prosperidad y creatividad en París, fue el escenario perfecto para el florecimiento del cabaret, y el Moulin Rouge fue su epicentro. Entre los primeros y más célebres artistas que encontraron su hogar en este cabaret destaca La Goulue, una de las primeras y más legendarias bailarinas de cancán. Su estilo provocador y sus célebres piruetas ayudaron a cimentar la reputación del Moulin Rouge como un lugar donde el espectáculo rompía con los moldes convencionales.

Otro artista que no puede dejar de mencionarse en la historia del Moulin Rouge es el pintor Henri de Toulouse-Lautrec. Aunque no fue un artista escénico, Toulouse-Lautrec fue uno de los asiduos visitantes del cabaret y jugó un papel crucial en su fama al inmortalizar la vida y los personajes del Moulin Rouge en sus icónicos carteles y pinturas. Su arte capturaba la atmósfera única del cabaret, con sus luces brillantes, su público diverso y el dinamismo de los espectáculos. Toulouse-Lautrec no solo representó a las bailarinas y a los artistas, sino también la vida bohemia y el bullicio que hacían del Moulin Rouge un lugar tan especial.

El cabaret también ha contado con la participación de algunas de las más grandes estrellas de la música y el entretenimiento del siglo XX. Edith Piaf, la gran voz de Francia, actuó en el Moulin Rouge, al igual que otras figuras míticas como Josephine Baker, quien con su estilo exótico y vanguardista dejó una huella imborrable en el escenario parisino. Con el paso de los años, el Moulin Rouge ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, invitando a artistas contemporáneos a su escenario, pero siempre manteniendo viva esa tradición de glamour que lo ha definido desde sus inicios.

Espectáculos y producciones modernas

Hoy en día, el Moulin Rouge sigue siendo una de las principales atracciones turísticas de París, pero su fama no se debe solo a su historia, sino a la calidad y espectacularidad de sus producciones actuales. Los espectáculos del Moulin Rouge, conocidos como "revues", son grandes producciones que combinan la danza, la música, el vestuario extravagante y los efectos especiales para crear una experiencia visual deslumbrante.

Uno de los espectáculos más célebres de las últimas décadas es "Féerie", una revista que reúne a más de 100 artistas en el escenario, incluidos bailarines, acróbatas y cantantes. La producción incluye más de mil trajes hechos a mano, con plumas, lentejuelas y cristales, lo que demuestra el enorme trabajo que hay detrás de cada representación. Los trajes, junto con los decorados, transportan al público a mundos fantásticos y a diferentes épocas, siempre con ese toque de opulencia y fantasía que caracteriza al cabaret.

Además del cancán, el Moulin Rouge ha ampliado su repertorio a otros estilos de danza y números acrobáticos, lo que garantiza que cada espectáculo sea una experiencia variada y sorprendente. Los coreógrafos y directores artísticos del cabaret están constantemente buscando innovar, pero sin perder de vista la esencia que ha hecho del Moulin Rouge un ícono: la mezcla de sensualidad, humor y extravagancia.

El cabaret también se ha adaptado a las expectativas del público moderno, ofreciendo una experiencia que va más allá del simple espectáculo. Los asistentes pueden disfrutar de una cena gourmet antes de la representación, con platos creados por reconocidos chefs franceses, lo que añade un toque de lujo a la velada. Además, el cabaret cuenta con opciones especiales para celebraciones privadas y eventos, lo que lo convierte en un lugar ideal para quienes buscan una experiencia exclusiva y personalizada en París.

La influencia cultural del Moulin Rouge

El impacto del Moulin Rouge en la cultura popular es innegable. Desde su fundación, el cabaret ha sido fuente de inspiración para innumerables películas, libros y obras de arte. Quizás la más famosa de todas sea la película "Moulin Rouge!" de 2001, dirigida por Baz Luhrmann. Este largometraje, protagonizado por Nicole Kidman y Ewan McGregor, capturó la esencia del cabaret, combinando una historia de amor con un vibrante despliegue musical que rendía homenaje a la extravagancia del Moulin Rouge. La película no solo fue un éxito de taquilla, sino que también ayudó a revivir el interés internacional por el cabaret y por París como ciudad del amor y la bohemia.

El cabaret ha servido como escenario y telón de fondo para numerosas producciones artísticas a lo largo de los años, y sigue siendo una referencia cuando se habla de la vida nocturna parisina. El Moulin Rouge es más que un simple lugar de entretenimiento; es un emblema de la libertad artística, el glamour y el hedonismo que siempre han caracterizado a París.

El Moulin Rouge en la actualidad

A pesar de su rica historia, el Moulin Rouge no es un lugar anclado en el pasado. Al contrario, ha sabido adaptarse a las tendencias contemporáneas y seguir siendo relevante en el siglo XXI. Los propietarios y directores artísticos han comprendido la importancia de mantener viva la tradición del cabaret, pero también de modernizar sus producciones para atraer a un público global que busca experiencias inolvidables.

Además, el Moulin Rouge ha sido testigo de la evolución del turismo en París. En la actualidad, el cabaret recibe a miles de visitantes cada semana, muchos de ellos turistas internacionales que ven en el Moulin Rouge una parada obligada en su visita a la ciudad. El espectáculo, el ambiente y la historia del lugar continúan siendo tan atractivos como lo fueron en sus primeros días, haciendo del Moulin Rouge un testimonio vivo de la duradera atracción del cabaret en la cultura francesa.

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