El curry katsu es uno de esos platos que encarnan la fusión perfecta entre la tradición japonesa y la influencia de la cocina occidental. Este plato combina la suavidad y profundidad del curry japonés con la textura crujiente de un filete de cerdo empanado, resultando en una explosión de sabores y texturas que conquista a todo aquel que lo prueba. Aunque el curry tiene sus raíces en la India, Japón lo ha adoptado y modificado, haciendo que su versión sea completamente única. A continuación, te ofrezco una receta detallada que podrás replicar fácilmente en casa, utilizando ingredientes accesibles en España.
Ingredientes para preparar un curry katsu digno de restaurante:
Para el repollo encurtido Yukari:
- 1/2 cabeza de col lombarda, cortada en tiras finísimas.
- 480 ml de vinagre de arroz (si no tienes, puedes sustituir por vinagre de manzana).
- 240 ml de agua.
- 1 cucharada (14 g) de sal.
- 2 cucharadas (30 g) de azúcar.
- 1 cucharada (8 g) de yukari (opcional, si no lo encuentras puedes usar un poco de alga nori molida).
Para un curry increíblemente sedoso:
- 110 g de mantequilla.
- 3 cebollas medianas, cortadas en juliana.
- 1 manzana, rallada.
- 6 g de shiitake seco o fresco cortado en rodajas finas.
- 25 g de curry en polvo (cualquiera de calidad funciona).
- 1 cucharada (8 g) de garam masala (opcional, pero recomendable para darle un toque más profundo).
- 2 cucharaditas (9 g) de MSG (glutamato monosódico, si prefieres, lo puedes omitir, aunque añade un gran realce al sabor).
- 72 g de harina de trigo.
- 1 cucharada (15 g) de pasta de tomate.
- 1 cucharada (18 g) de miel.
- 2 cucharadas (23 g) de salsa Worcestershire.
- 1 cucharada (14 g) de salsa de soja oscura.
- 907 g de caldo de pollo.
Para el pork katsu (filete empanado):
- 4 filetes de lomo de cerdo (asegúrate de que sean de buena calidad, esto marca la diferencia).
- Sal al gusto.
- MSG al gusto (opcional).
- 72 g de harina de trigo.
- 2 huevos, batidos con un chorrito de agua.
- 75 g de pan rallado japonés (panko) o en su defecto pan rallado grueso.
- Aceite para freír (recomiendo uno con sabor neutro como el de girasol).
Preparación:
Paso 1: Preparación del repollo encurtido
Comienza preparando el encurtido, ya que necesitará tiempo para desarrollar su sabor. Coloca las tiras de col lombarda en un bol grande. En una cacerola pequeña, calienta el vinagre de arroz, el agua, la sal y el azúcar a fuego medio, removiendo hasta que el azúcar y la sal se disuelvan por completo. Una vez que esté listo, vierte esta mezcla sobre el repollo y mezcla bien. Si tienes yukari, añádelo ahora. Tapa el bol y deja reposar en la nevera por lo menos durante una hora, aunque si lo dejas toda la noche, el sabor será aún mejor.
Paso 2: Preparación del curry sedoso
En una cacerola grande, derrite la mantequilla a fuego medio. Añade las cebollas en juliana y cocina lentamente hasta que se caramelicen. Este paso lleva tiempo, pero es clave para lograr el sabor profundo del curry. Una vez que las cebollas estén doradas y suaves, agrega la manzana rallada y las setas shiitake. Cocina unos minutos más.
Añade el curry en polvo y el garam masala (si lo usas) a la mezcla y remueve hasta que los aromas empiecen a liberarse. Luego, añade la harina y remueve bien durante unos minutos para cocinarla y evitar que sepa a crudo. A continuación, incorpora la pasta de tomate, la miel, la salsa Worcestershire y la salsa de soja. Remueve bien y empieza a añadir el caldo de pollo poco a poco, sin dejar de remover para evitar grumos. Deja que el curry hierva a fuego lento durante unos 20-30 minutos hasta que espese y tenga una textura aterciopelada.
Paso 3: Preparación del pork katsu
Mientras el curry se cocina, es momento de preparar el cerdo empanado. Golpea ligeramente los filetes de cerdo con un mazo para ablandarlos y que queden de grosor uniforme. Sazónalos generosamente con sal y, si lo usas, un poco de MSG.
Prepara tres recipientes: uno con la harina, otro con los huevos batidos con agua, y un tercero con el panko. Pasa cada filete primero por la harina, luego por el huevo y finalmente por el panko, asegurándote de que queden bien cubiertos.
Calienta abundante aceite en una sartén a fuego medio-alto y fríe los filetes hasta que estén dorados y crujientes por fuera, pero jugosos por dentro. Esto debería tomar unos 4-5 minutos por cada lado, dependiendo del grosor. Una vez fritos, coloca los filetes en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Paso 4: Montaje final
Para montar el plato, corta los filetes de cerdo en tiras finas. En un bol grande, sirve una buena porción de arroz blanco. A un lado del arroz, coloca generosamente el curry sedoso, dejando que caiga ligeramente sobre el arroz. Coloca el pork katsu encima del curry y corona el plato con el repollo encurtido. Si lo deseas, puedes añadir un toque de cebollino fresco picado o algunas semillas de sésamo por encima para darle un toque extra de frescura y sabor.
Presentación:
La presentación de este plato es clave. Debes procurar que el curry cubra una parte del arroz, pero dejando ver las tiras crujientes del pork katsu en la parte superior. El color brillante del repollo encurtido aporta un contraste visual perfecto, mientras que el arroz blanco sirve como base para equilibrar los sabores intensos del curry y el cerdo. El resultado final debe tener una apariencia similar al de la imagen que acompaña este artículo: un bol vibrante y apetecible que invita a disfrutar cada bocado.