El okonomiyaki, una especialidad popular en la gastronomía japonesa, es un plato tradicional que combina una mezcla de ingredientes básicos con un toque de creatividad y sabor. Su nombre se traduce literalmente como «lo que te guste» (okonomi) y «a la parrilla» (yaki), reflejando la libertad que ofrece en cuanto a sus ingredientes y estilos de preparación. Este plato, que podría describirse como una especie de «panqueque» o «tortilla» japonesa, se caracteriza por su versatilidad y es considerado una de las comidas callejeras más queridas en Japón, especialmente en las regiones de Kansai e Hiroshima.
El origen y evolución del okonomiyaki
La historia del okonomiyaki se remonta a épocas anteriores a la Segunda Guerra Mundial, aunque su forma moderna se popularizó en Osaka y Hiroshima durante la posguerra. En este periodo, los ingredientes básicos eran escasos, y este plato ofrecía una opción nutritiva y accesible para la población. Hoy en día, el okonomiyaki se encuentra en muchos restaurantes especializados en Japón y ha ganado popularidad en otros países, aunque su verdadera esencia sigue siendo la misma: una comida que cada persona puede personalizar a su gusto.
Existen diferentes estilos de okonomiyaki, siendo los más conocidos el estilo de Osaka y el de Hiroshima. En Osaka, los ingredientes se mezclan y cocinan juntos en una parrilla, mientras que en Hiroshima se colocan en capas y a menudo incluyen fideos (yakisoba) como ingrediente adicional. A continuación, exploraremos en detalle estos estilos, seguidos de una receta para preparar una versión deliciosa en casa.
Ingredientes y sabores: La esencia del okonomiyaki
El okonomiyaki básico lleva una masa preparada con harina de trigo, huevo, agua y repollo rallado. A esta base se le pueden añadir numerosos ingredientes, como mariscos, carne de cerdo, queso, cebolla, e incluso versiones más modernas con ingredientes occidentales como bacon o salchichas. La clave de este plato está en la creatividad y en los ingredientes frescos, que varían dependiendo de la región y el gusto personal.
El repollo es uno de los ingredientes esenciales, aportando frescura y textura. Otros ingredientes básicos son el cebollino o la cebolla verde, que añaden un toque de sabor y color. El okonomiyaki se suele sazonar con una salsa especial, similar a la salsa Worcestershire pero más dulce y espesa, llamada salsa de okonomiyaki. Esta salsa, junto con mayonesa japonesa, algas en polvo (aonori) y copos de bonito (katsuobushi), le da al plato su sabor distintivo y su aspecto característico.
Diferencias entre los estilos de Osaka y Hiroshima
Aunque existen muchas variaciones, las dos más populares son:
- Estilo Osaka (Kansai): Es el más común en Japón y en otros países. Los ingredientes se mezclan con la masa antes de cocinarlos en una parrilla o sartén. Este estilo permite una cocción uniforme y un sabor bien integrado. Es ideal para quienes disfrutan de una textura más consistente.
- Estilo Hiroshima: A diferencia del estilo Osaka, aquí los ingredientes se colocan en capas en lugar de mezclarse. Comienza con una base de masa, luego se agrega el repollo y otros ingredientes por encima, además de los fideos yakisoba, que le dan una textura y sabor único. Finalmente, se añade un huevo frito encima. Este estilo es más abundante y ofrece una mezcla de texturas, ya que los ingredientes se mantienen separados.
Preparación del okonomiyaki estilo Osaka
A continuación, vamos a preparar una receta de okonomiyaki al estilo Osaka, con una combinación clásica de cerdo y mariscos.
Ingredientes:
Para dos porciones
- Para la masa:
- 100 g de harina de trigo
- 100 ml de agua
- 1 huevo
- 1 cucharadita de caldo de dashi en polvo (opcional, para más sabor umami)
- Ingredientes adicionales:
- 200 g de repollo rallado finamente
- 2 cebollinos o cebolletas picados
- 100 g de panceta o bacon en lonchas finas
- 50 g de camarones o calamares picados
- Aceite vegetal para cocinar
- Para la cobertura:
- Salsa de okonomiyaki (o en su defecto, una mezcla de ketchup y salsa Worcestershire)
- Mayonesa japonesa
- Algas en polvo (aonori)
- Copos de bonito seco (katsuobushi)
Preparación:
- Preparación de la masa: En un bol grande, mezcla la harina de trigo, el agua y el huevo hasta obtener una masa homogénea. Si deseas un sabor más auténtico, añade una cucharadita de caldo de dashi en polvo. Deja reposar unos minutos para que la harina se hidrate bien.
- Incorporación de ingredientes: Añade a la masa el repollo rallado, los cebollinos picados y los mariscos (camarones o calamares). Mezcla bien todos los ingredientes hasta que queden bien integrados en la masa.
- Cocción en la parrilla o sartén: Calienta una sartén grande o una plancha a fuego medio-alto y añade un poco de aceite vegetal. Vierte la mitad de la mezcla en la sartén y dale forma redonda, presionándola ligeramente para que quede compacta. Coloca unas lonchas de panceta o bacon encima.
- Cocción lenta: Cocina durante 3-4 minutos por el primer lado hasta que esté dorado. Con la ayuda de una espátula, dale la vuelta con cuidado y cocina durante otros 3-4 minutos por el otro lado, hasta que el okonomiyaki esté bien cocido y dorado. Si prefieres una textura más crujiente, puedes cocinarlo unos minutos adicionales por cada lado.
- Añadir la salsa y los toppings: Cuando el okonomiyaki esté listo, pásalo a un plato y úntalo generosamente con la salsa de okonomiyaki. Añade mayonesa japonesa al gusto (puedes usar una manga pastelera para hacer líneas o decoraciones). Espolvorea con algas en polvo (aonori) y termina con una buena cantidad de copos de bonito (katsuobushi), que se moverán ligeramente por el calor, creando un efecto visual único.
Sugerencias para personalizar tu okonomiyaki
Parte de la belleza del okonomiyaki es que puedes personalizarlo según tus preferencias. Algunos consejos y variaciones populares incluyen:
- Añadir queso rallado: El queso aporta cremosidad y combina bien con la salsa y el repollo.
- Usar mariscos mixtos: Prueba con calamar, pulpo o mejillones para darle un toque más sofisticado.
- Incorporar verduras adicionales: La col rizada, la zanahoria rallada o incluso maíz dulce pueden agregar una capa extra de sabor y textura.
- Probar con ingredientes europeos: Salchichas, jamón o champiñones portobello aportan un toque único sin perder la esencia del plato.