Zelenski ha venido a Granada para pedir material con el que aguantar la ofensiva rusa contra la infraestructura civil de Ucrania durante este invierno pero además les está advirtiendo a los líderes europeos que la guerra va a ser larga y que posiblemente tengan que hacerse cargo de todo el apoyo militar si Estados Unidos da un giro radical en su política respecto a Ucrania, tal y como propone Donald Trump.
Y, por cierto, Granada ha soportado bastante bien todo el jaleo que ha supuesto recibir a treinta gobernantes con sus treinta séquitos con sus largas filas de coches oficiales, asesores y guardaespaldas y te lo digo yo que vivo cerca del Palacio de Congresos donde se han juntado a hablar de sus cosas. Lo de los helicópteros sí ha sido un tostón porque estaban todo el día dando vueltas por encima de la ciudad pero el resto ha sido bastante llevadero si aceptabas que el centro iba a estar cortado y no se podía entrar.
A Rusia hay que pararle los pies.
El que digan tranquilamente que pueden invadir países porque si alguien se les opone van a usar sus armas nucleares, es lo más miserable que se le puede escuchar a un político.
Las repúblicas bálticas, Lituania, Letonia y Estonia, saben que podrían ser las siguientes de la lista y, aunque estar en la OTAN les otorga cierto grado de tranquilidad, saben que con ese vecino la convivencia pacífica es imposible si no se tiene la fuerza suficiente para frenarlos en seco.
España hace bien en rearmarse porque a nuestro vecino del sur hay que aplicarle la misma fórmula. Marruecos solo entiende lo del palo, no hace falta la zanahoria.
El problema es que los ucranianos tampoco consiguen echar a los rusos y todo apunta a que esto se va a convertir en una guerra de desgaste que va a durar años. Rusia se va a ir arruinando poco a poco en el proceso; basta con saber que el PIB ruso ya es más pequeño que el de España y va a seguir encogiendo conforme pasen los años.
Con su pan se lo coman.
Los rusos son mala gente.
Todavía hay quien cree que Rusia tiene derecho a invadir países porque Estados Unidos ha invadido más todavía o que en realidad los rusos son buenos pero que ahora tienen un presidente que no está muy para allá.
En realidad el pueblo ruso, la mayoría de los rusos, piensa igual que Vladimir Putin: son uno cafres integrales y se creen que Rusia, según ellos la madre Rusia, tiene derecho a ir repartiendo estacazos por todo el mundo.
Lo que no se esperaban es que la debilísima Ucrania se iba a levantar de la manera en que se ha levantado y que una OTAN que estaba en ruinas y una Unión Europea que parecía abocada al fracaso, fueran a reaccionar con esa decisión y le hayan entregado a los ucranianos armas, municiones, y dinero para resistir.
Ahora los rusos lo tienen jodido en Ucrania y no saben cómo salir de allí. Salgan como salgan van a salir mal.
Me alegro de que les vaya mal.
Desde luego lo que era la operación militar especial de 3 días ya se les está alargando un poco. No sé exactamente cómo le están contando eso a la población porque yo no vivo allí y tampoco entiendo el ruso para saber lo que dicen los canales oficiales de televisión y todo eso, pero menuda trola les tienen que estar contando.
Imagínate cómo aquí dice Sánchez que no va a poner peajes en las autopistas y al día siguiente está diciendo que ha conseguido convencer a la Unión Europea de que no se pongan peajes en las autopistas y no pasa nada; pues más o menos en Rusia debe pasar algo igual: un día Putin les dice una cosa y al día siguiente lo contrario pero se lo adorna con palabras como la Madre Rusia y cosas así que suenan muy épicas y esa gente, que de educación y de Cultura andan justillos, se lo acaban tragando todo como si fueran votantes de Podemos o del PSOE.