Como era de esperar, alrededor del caso de Álvaro Prieto no han tardado en aparecer quiénes estuviesen dispuestos a hacer negocio con la noticia ni quienes participasen de la fiesta del morbo que estos indeseables están promoviendo en redes sociales.
No es algo nuevo pero no deja de provocar rechazo que cada vez que hay un suceso desgraciado aparezcan los buitres para lucrarse y una nube de cuervos se acerque para intentar llevarse su trozo de carroña.
Ya es bastante desgracia que un joven tan sano, deportista, buen estudiante y buena persona se vaya de esta manera como para que encima haya que aguantar a esa tribu despreciable que se mueve como pez en el agua por las redes sociales.
Descanse en paz
Dejemos que la familia tenga tranquilidad para sentir su dolor y que los profesionales que se tengan que hacer cargo del asunto hagan su trabajo.
Amén.
Ya lo han encontrado y todavía hay mucha gente que dice que no se cree lo que dice la Policía y que es todo muy raro y que hay cosas sospechosas y que hay datos que no le cuadran y toda esa basura.
En realidad lo único que pasa es que no tienen toda la información que podrían tener y en vez de callarse y admitir que no saben de la misa la mitad, se ponen a teorizar y a lanzar dudas y a esparcir m***** pensando que así parecen más inteligentes.
No solo parecen unos imbéciles sino que encima lo demuestran.
Exacto, Ramón, exacto.
Es inevitable. Es parte de la naturaleza humana.
Hay casi tantos accidentes por alcance al lado de los accidentes graves como accidentes graves. Los humanos somos seres morbosos por naturaleza.
Triste pero cierto.