En la segunda vuelta electoral, el balotaje como le llaman allí, los argentinos tienen que ser conscientes de que para el peronismo todavía no hay nada perdido. Se supone que la suma de los votos obtenidos por Javier Milei y Patricia Bullrich debería ser suficiente para hacer presidente al candidato de La Libertad Avanza.
Sin embargo, quienes dan por muerto a Sergio Massa, el candidato peronista, son tan ingenuos como quienes pensaron que Pedro Sánchez estaba derrotado de antemano en las elecciones de julio pasado porque su gestión económica estaba resultando desastrosa para España, pero luego se sorprendieron porque apareció una bolsa oculta de dos millones de votos que no estaban en las encuestas y que posiblemente le permitan volver a ocupar la presidencia del Gobierno.
¿De dónde salieron esos dos millones de votos? Seguramente de votantes que no quieren reconocer que votan al PSOE pero quieren que triunfe porque es el único partido que les garantiza la subida de las pagas , las pensiones y los sueldos de los funcionarios muy por encima de lo que permite la economía española.
En Argentina Javier Milei no debería confiarse porque, ante el riesgo de perder sus planes y asignaciones, muchos argentinos podrían votar al candidato peronista sin importarles que eso signifique la ruina y la inminente bancarrota del país.
Milei debería tener cuidado hasta con su integridad física.
Que no se olvide que estos peronistas son los primos hermanos del PSOE de Largo Caballero y de Indalecio Prieto que asesinaron en España al jefe de la oposición cuando vieron que podían perder las elecciones. O mucho más cercano, parientes próximos de quienes asesinaron al único candidato, Fernando Villavicencio, que prometía levantar las alfombras cuando llegase al poder en Ecuador.
Un chaleco antibalas le quedaría a Milei como un bikini a Margot Robbie.
A mí también me ha sorprendido cómo se ha dado baños de masas sin preocuparse de su integridad física.
Igual lleva un chaleco de un material ultrafino que no se nota bajo la ropa. Ten en cuenta que allí todavía es primavera y no hace demasiado calor, por lo que pueden llevar algo de ropa sin que se note nada.
Que no se confíe Milei, que hay muchos votos que todavía no han salido pero que en cuanto vean que les pueden quitar la paga irán corriendo hacia el colegio electoral.
Es lo mismo que pasó en España con el PSOE en las elecciones de julio de este año. Que tomen nota a los argentinos.
Son muchos millones de votos y los peronistas van a ir casa por casa avisando de que si no les votan, va a venir Milei y les va a quitar la asignación.
A juego sucio no hay quien le gane a la izquierda.