Ayer la policía se empleó con sorprendente dureza contra los manifestantes que se concentraron frente a la sede del PSOE en Madrid en la calle Ferraz.
Contra ellos se usaron gases lacrimógenos y se inició una persecución con porras pese a que la manifestación era absolutamente pacífica y la mayoría de los manifestantes estaban bastante entrados en años y no se tocó ni una papelera. De hecho han advertido que si hoy en la manifestación aparecen encapuchados o gente violenta se les aísle e identifique; se trata de no ser igual de violentos que los independentistas catalanes o los terroristas vascos.
De todas maneras la policía se empleará con la violencia con la que le mande actuar el Ministro del Interior por orden directa de Pedro Sánchez: ellos son unos mandaos.
Ha sido uno de los episodios más vergonzantes de la historia reciente de España.
Recuerda a las épocas más oscuras cuando los socialistas (siempre son los socialistas) utilizaron el aparato del estado para ejercer violencia política contra la oposición.
Esperemos que lo que ya pasó una vez no se vuelva a repetir por el bien de todos.
Ojalá sea así.
Creo que los propios policías están avergonzados de esos actuación y sus sindicatos han mandado ya comunicados condenando las órdenes recibidas que son evidentemente ilegales porque no respetan el principio de proporcionalidad.
La policía está haciendo su trabajo pero eso no quita que también tenga su opinión y sus propias organizaciones profesionales que no están nada contentas con la constante humillación que el gobierno del PSOE cometen en cada una de sus pactos color nacionalistas, los terroristas y los enemigos de España.
Ayer se les vio con las viseras levantadas acompañando a los manifestantes por la Gran Vía.
Parece que lo del lunes les ha afectado.
Está claro que la policía va a obedecer a sus mandos y sus mandos a sus directores y los directores al ministro del interior.
Lo peor del mundo sería una policía que no obedeciera e hiciera lo que le da la gana.
Otra cosa es que los ciudadanos tenemos que organizarnos para evitar el golpe de estado del PSOE de Pedro Sánchez y para eso no podemos contar ni con la policía ni con el ejército tenemos que ser nosotros, la nación.